Ansiedad y amor en las relaciones de pareja: el mito romántico

Ansiedad y amor en las relaciones de pareja

El ser humano, por naturaleza, es un ser gregario, un «animal social» en palabras de Aristóteles, el cual tiende a desarrollarse en grupo. Es en el grupo donde el ser humano es moldeado a través de la adquisición de normas y valores que le permiten convivir en sociedad. Es lo que se conoce como «socialización primaria». Por lo tanto, el individuo y la sociedad mantienen un vínculo bidireccional, en donde uno influye sobre el otro y viceversa. 

Por ello, los vínculos que establecemos con los demás resultan fundamentales para nuestro desarrollo personal, especialmente en nuestra identidad, como ocurre en el caso de los vínculos de pareja. En este artículo hablaremos sobre aquellos los procesos que se generan en la relación de pareja y producen un estado de ansiedad en la persona. Además, en ocasiones ocurren problemas sociales que pueden deterior las relaciones, como por ejemplo la Covid-19.

 ¿Por qué se genera la ansiedad en la pareja? 

 Las relaciones de pareja representan uno de los retos más grandes para la persona, a nivel de vínculos sociales. Esto es así porque en el contexto de pareja se busca establecer la unión de dos seres. Estos dos seres humanos se funden en uno solo que poseen un conjunto de creencias, valores y características personales diferentes.

Por lo tanto, es completamente normal y esperable que surjan problemas en el proceso de adaptación en las relaciones de pareja.  

 El proceso de adaptación por el que atraviesan todas las parejas se llama «ajuste diádico», en el cual se tienen en cuenta variables como la cohesión o el vínculo de pareja, la satisfacción y la expresión emocional en la relación, las cuales pueden ofrecer un indicador sobre cómo se está dando el proceso de adaptación en la relación de pareja

 A través de dicho proceso de adaptación la pareja funciona como una especie de «espejo», en donde una persona permite reflejar a la otra todos sus aspectos positivos y negativos. En este proceso de adaptación nos hacemos conscientes de ciertas características de nuestra personalidad. En consecuencia, puede generar ansiedad, miedo, vulnerabilidad o inseguridad, lo cual a su vez nos produce ansiedad y en algunos casos el rechazo. 

 Esta situación de ansiedad y amor genera cierta tensión y malestar en el contexto de pareja y puede facilitar que se produzcan otros problemas más adelante en la relación si no se interviene a tiempo, pudiendo generar una ruptura amorosa.

La mitología griega y la idea de la «otra mitad» 

 Una idea muy extendida en la sociedad es aquella de buscar nuestra «media mitad», concibiéndonos como seres que carecemos de algo, o más bien de alguien. Esta concepción del mito del amor romántico surge desde la mitología griega; la raza de los hombres se caracterizaba por seres que tenían cuatro brazos y piernas, y también dos caras. Tenían una fuerza y poder muy grande, y  eventualmente tentaron desafiar a los dioses. Ante dicha situación Zeus decide dividirlos y condenarlos a que pasen el resto de sus vidas buscando a su otra mitad. 

 Este tipo de ideas ubican a la persona como un ser incompleto que necesita del otro para poder alcanzar todo su potencial y poder estar «completo», entregando el control de la situación a los demás, a factores externos («locus de control externo»), y quedando expuesto ante la incertidumbre. Para poder recuperar el control de la situación y hacer frente a la incertidumbre, así como generar un estado de bienestar, es necesario que percibamos que las cosas dependen de nosotros, de factores internos («locus de control interno»). 

 Para lograr un cambio en la percepción del control de las cosas, específicamente en el contexto de pareja, es necesario desarrollar la «independencia afectiva».  

¿Qué hacer ante la ansiedad en la pareja cuando se resiente el amor? 

 Ante las sensaciones de miedo, vulnerabilidad o inseguridad que se generan en el proceso de adaptación por el cual atraviesan todas las parejas, es necesario generar un cambio en la manera en cómo percibimos las cosas, permitiendo que nuestro bienestar dependa de nosotros y no de otras personas. Ante dichas sensaciones negativas normalmente actuamos de dos maneras:

  • nos adaptarnos ante el otro evadiendo aquellas características de nuestra personalidad que dificultan el proceso de adaptación. Se pierde así nuestra esencia de seres únicos y nos fusionamos con nuestra «otra mitad»,
  • o simplemente adoptamos una postura de rechazo ante dichas sensaciones negativas, favoreciendo nuestro ego y renunciamos ante la idea de establecer un vínculo de pareja.

Sin embargo, ninguna de las dos opciones tiende a generar resultados positivos. 

¿Cómo solucionar la ansiedad en la pareja? 

Una postura intermedia para superar la ansiedad ante el amor la encontramos a través de la independencia afectiva. Esta nos permite desarrollar la capacidad para controlar nuestras emociones y que éstas no dependan de las acciones o emociones de los demás. La idea de ser independientes  a nivel emocional no significa que las emociones de los demás, especialmente de nuestra pareja, no importen o no nos influyan. Esto sería perder nuestra capacidad de ser empáticos; más bien, significa que lo que sentimos no depende de lo que sientan los otros.  

 La independencia afectiva representa una diferenciación entre lo que siento yo y lo que siente el otro, siendo conscientes y aceptando que la otra persona tiene unas emociones y yo otras, pero sin estar en la obligación de sentir lo mismo que la otra persona siente. Al desarrollar nuestra capacidad de independencia afectiva podemos obtener beneficios como: 

Por lo tanto, a través de la independencia afectiva y el conocimiento propio, podemos facilitar el proceso de adaptación con nuestra pareja. De este modo, se reduce la tensión o ansiedad que se puede generar al establecer dicho vínculo.