Informe psicológico pericial de Juego Patológico

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Informe pericial Juego Patológico

«El Informe pericial Psicológico de Juego de Patológico o Compulsivo. ¿Cuándo es útil un Peritaje de Patológico o Juego compulsivo.»

El juego patológico es un trastorno mental que deteriora progresivamente la esfera personal, familiar, social, académica o laboral de la persona afectada. Piensa, vive y actúa en función del juego, lo que puede llevar incluso a la persona afectada a cometer actos delictivos.

En este artículo te contamos en qué consiste este trastorno. Asimismo vamos a abordar la importancia del informe pericial de juego patológico en diversos procedimientos judiciales de la jurisdicción civil y de la jurisdicción penal.

Si quieres saber con más detalle en qué consiste un informe psicológico pericial, puedes leer un artículo anterior en el que se explica detalladamente:

Artículo anterior:

¿QUÉ ES UN PERITAJE PSICOLÓGICO? ¿Y UN CONTRAINFORME? IMPUGNACIÓN DE UN INFORME POCO PROFESIONAL

En este artículo vimos qué son los peritajes psicológicos y cuándo te pueden ser útiles. También vimos los errores de los informes psicológicos periciales que invalidan sus conclusiones… [Leer más]

¿Qué es el trastorno de juego patológico?

El trastorno de juego patológico se caracteriza por un patrón de juego crónico que altera la vida personal, familiar, social o profesional de la persona. Se trata de un trastorno debido a un comportamiento adictivo que, como se describe en el CIE-11:

Los trastornos debidos a comportamientos adictivos son síndromes reconocibles y clínicamente significativos asociados con malestar o interferencia con las funciones personales que se desarrollan como resultado de comportamientos repetitivos en búsqueda de alguna recompensa que no implican el uso de sustancias que producen dependencia. Los trastornos debidos a comportamientos adictivos incluyen el trastorno por juego de apuestas y el trastorno por uso de videojuegos, lo que puede implicar comportamientos tanto en línea como fuera de línea.

Según el Informe sobre Adicciones Comportamentales de 2020 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones del Ministerio de Sanidad, se ha estima que el 2,2% de la población presenta un trastorno del juego. Por ello, se han desarrollado una serie de disposiciones normativas estatales y autonómicas destinadas a regular el juego y a prevenir el juego patológico. Además,  se han desarrollado distintas iniciativas autonómicas orientadas a prevenir estas conductas entre la población más joven, debido al impacto que internet, redes sociales y videojuegos provoca en estas conductas.

 Adquisición de la conducta de juego

En la adquisición de la conducta de juego median factores culturales que regulan los tipos de juego cuya práctica está aprobada o penalizada. Asimismo, la actitud hacia el juego de las personas del entorno desempeñan un papel importante en la disposición a jugar, actuando como incentivos o inhibidores del juego.

Informe pericial Juego Patológico en la Antigua Roma.

El juego ha estado presente en la vida del ser humano desde hace miles de años. Distintas civilizaciones como los egipcios, los etruscos o los romanos practicaban juegos de azar en las que la apuesta era un elemento central. 

¿Cómo se adquiere la conducta de juego patológico?

De forma paralela a la afición por el juego, aparece la adicción asociada al juego. La problemática asociada al juego se ha visto reflejada en la literatura y en el cine. Una de las obras paradigmáticas es El jugador de Fedor Dostoyevsky, considerada autobiográfica, que refleja un fiel retrato de las características clínicas de un jugador patológico.

Una vez  han comenzado  las conductas de juego, éstas se mantendrán o no en función de las consecuencias percibidas. El curso habitual del jugador patológico se inicia con la llamada fase de ganancia. El jugador piensa que dispone de habilidades especiales para el juego y de esta forma supera la incertidumbre de una tarea probabilística como la del juego.

En general, se produce una progresión desde que la persona descubre el juego hasta que se produce la pérdida de control. Aumenta la frecuencia de juego y la cantidad apostada a pesar de las constantes pérdidas, ya que los resultados se interpretan y evalúan de forma sesgada. Además, necesita realizar apuestas cada vez más altas para experimentar emoción; llegando a experimentar síntomas de abstinencia si deja de jugar bruscamente.

Problemas psicosociales a tener en cuenta en el Peritaje de Juego Patológico

Los problemas económicos, laborales, familiares, sociales, provocan en el jugador un estado de distrés y se mantiene la conducta de juego como forma de escapar del mismo. De esta forma, el jugador entra en un círculo vicioso donde la conducta que le causa problemas es la única vía más valida a corto plazo para conseguir el dinero con el que atajar las dificultades. Además, le sirve para evadirse de los problemas.

La necesidad de obtener dinero con el que jugar puede llevar a la persona a cometer activos delictivos, para conseguir dinero con el que financiar la adicción y solventar sus deudas. El jugador patológico no tiene afectada su capacidad cognitiva y es consciente de su forma de actuar. Además, diferencia lo correcto de lo incorrecto pero se compromete su voluntad.

El informe pericial de juego patológico en la consecución del atenuante de responsabilidad penal

Por ello, el informe pericial de juego patológico es un medio de prueba útil para obtener un atenuante en procesos penales, ya que el juego patológico tiene un efecto psicológico en la voluntad de la persona cuando necesita obtener dinero para apostar.

Como se ha señalado, se trata de un trastorno adictivo mediante el que activan sistemas de recompensa similares a los trastornos relacionados con el consumo de sustancias. A efectos penales puede aplicarse la atenuación de la pena por adicción que se recoge en el art. 21. 2º del Código Penal. Para ello, hacen falta dos requisitos:

  • Que la adicción sea calificada como grave
  • Que la actividad delictiva esté al servicio de esa adicción

El contenido del informe psicológico pericial debe probar la existencia del trastorno de juego patológico pero no es suficiente.

Además,  como se señala en la STS 932/2013 de 4 de diciembre, el peritaje de juego compulsivo debe establecer una relación de causalidad entre el trastorno y la comisión del delito. Es decir, que el trastorno ha tenido relevancia o incidencia en el acto delictivo.

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Diagnóstico de Juego Patológico y relación de causalidad con la comisión del delito

En consecuencia, el perito psicólogo debe realizar un análisis retrospectivo que establezca el nexo causal entre el trastorno psicológico y los hechos delictivos. Para ello, realizará una evaluación pericial mediante entrevistas, utiliza test psicométricos y realiza un análisis de la documentación aportada.

  • En relación con los test psicométricos es importante analizar otras posibles psicopatologías (como la bipolaridad) y la estructura de personalidad de la persona peritada. Asimismo, es importante detectar sesgos en las respuestas por lo que es imprescindible el uso de test con escalas de control. Aunque existen en el mercado test específicos para detectar el juego patológico en muchos casos no disponen de escalas de control, necesarias para el uso forense.
  • Una de las herramientas fundamentales para realizar un informe psicológico pericial  de juego patológico es el análisis documental. Se examinan tanto informes clínicos o psiquiátricos si la  persona está en tratamiento como documental que permita identificar el patrón de juego (extractos bancarios, documentos de las casas de apuestas, entre otros). 

Criterios diagnósticos del trastorno por juego patológico

El DSM-5 es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. El DSM-5 incorporó por primera vez el juego patológico o ludopatía (F63.0) como un trastorno adictivo, diferenciando entre los trastornos adictivos relacionados con sustancias y los no relacionados con sustancias, siendo la ludopatía el único trastorno de esta última categoría (312.31).

 

Hasta la publicación del referido DSM-5 en 2013 el DSM-IV-TR lo incluía como un trastorno por falta de control de los impulsos (F63.0). El DSM-5 lo incluía en la misma categoría que otros trastornos como la cleptomanía o la piromanía. Asimismo, la CIE-11 también lo clasifica como un trastorno debido a un comportamiento adictivo.

En la siguiente tabla se incluyen los criterios diagnósticos del DSM-V y del CIE-11 en relación con el trastorno de juego patológico.

 DSM-V: trastorno de Juego Patológico CIE 11: Trastorno por juego de apuestas

A. Juego patológico problemático persistente y recurrente, que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y se manifiesta porque el individuo presenta cuatro (o más) de los siguientes criterios durante un período de 12 meses:

  1. Necesidad de apostar cantidades de dinero cada vez mayores para conseguir la excitación deseada.
  2. Está nervioso o irritado cuando intenta reducir o abandonar el juego.
  3. Ha hecho esfuerzos repetidos para controlar, reducir o abandonar el juego, siempre sin éxito.
  4. A menudo tiene la mente ocupada en las apuestas (p. ej., reviviendo continuamente con la imaginación experiencias de apuestas pasadas, condicionando o planificando su próxima apuesta, pensando en formas de conseguir dinero para apostar).
  5. A menudo apuesta cuando siente desasosiego (p. ej., desamparo, culpabilidad, ansiedad, depresión).
  6. Después de perder dinero en las apuestas, suele volver otro día para intentar ganar (“recuperar” las pérdidas).
  7. Miente para ocultar su grado de implicación en el juego.
  8. Ha puesto en peligro o ha perdido una relación importante, un empleo o una carrera académica o profesional a causa del juego.
  9. Cuenta con los demás para que le den dinero para aliviar su situación financiera desesperada provocada por el juego.

Criterios CIE-11

El trastorno por juego de apuestas se caracteriza por un patrón de comportamiento persistente o recurrente de juego de apuestas, que puede ser en línea (es decir, por internet) o no, y que se manifiesta por:

1. deterioro en el control sobre el juego de apuestas (por ejemplo, con respecto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, terminación, contexto);

2. incremento en la prioridad dada al juego de apuestas al grado que se antepone a otros intereses y actividades de la vida diaria; 

3. continuación o incremento del juego de apuestas a pesar de que tenga consecuencias negativas.

El patrón de conducta de juego puede ser continuo o episódico y recurrente. El patrón de conducta de juego da como resultado una angustia significativa o un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educacional, ocupacional u otras áreas importantes. El comportamiento de juego y otras características normalmente son evidentes durante un período de al menos 12 meses para que se asigne un diagnóstico, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves.

B. Su comportamiento ante el juego no se explica mejor por un episodio maníaco.

Exclusiones:

  • Trastorno bipolar de tipo I (6A60)
  • Trastorno bipolar de tipo II (6A61)
  • Trastorno por juegos de azar o apuestas en una medida peligrosa (QE21)

Características principales en la CIE-11 y el DSM-5:

Para realizar el Peritaje de Juego Patológico o juego compulsivo hay que tener en cuenta que en ambas clasificaciones el trastorno se caracteriza por:

  • Comportamiento persistente o recurrente de juego de apuestas.
  • Incremento del juego.
  • Preocupación excesiva por el juego frente a otras esferas de la vida.
  • Deterioro en áreas vitales de la persona.
  • Mantenimiento de las características al menos 12 meses.

Asimismo, en ambas clasificaciones es necesario descartar que el patrón de juego compulsivo se produzca por un episodio maníaco. 

Por otra parte, algunas novedades de la clasificación de la CIE-11 son especialmente relevantes. Lo que marca la diferencia si el trastorno es predominantemente en línea o fuera de línea. Esta distinción es importante a tener en cuenta en el informe psicológico de juego compulsivo.

Aportar un informe psicológico pericial como medio de prueba es fundamental para poder conseguir el atenuante

Así, en la STS78/2017 de 9 de febrero, el Alto Tribunal consideró que no existía una prueba fehaciente del grado de afectación de la ludopatía. Determinó que no existía esta prueba debido a que no se había presentado un informe pericial. De ahí la necesidad de un Peritaje Psicológico de Juego Patológico.

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El informe pericial de juego patológico en la jurisdicción Civil

Pero también puede resultar útil presentar un informe psicológico de juego patológico ante la jurisdicción civil para solicitar una curatela que ayude a la persona afectada por el trastorno de juego a tomar decisiones adecuadas sobre sí misma o su patrimonio. 

Asimismo, el Peritaje de Juego Patológico se puede utilizar como medio de prueba para reclamar a una casa de apuestas que no haya adoptado las medidas de prevención del juego patológico dispuestas en el ordenamiento jurídico como la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego, así como las normativas autonómicas.