Síndrome de Asperger

Síndrome de Asperger

Trastornos del espectro autista

Trastornos del espectro autista

A lo largo de la historia se han utilizado diferentes términos para hacer referencia a las personas que presentan déficits cognitivos, como el autismo. En un principio, el psiquiatra Eugen Bleuler acuña el término «autismo» para hacer referencia a personas con esquizofrenia. Pero con unas características diferentes; parecían estar encerradas en sí mismas. 

Más adelante, a partir de las investigaciones de Leo Kanner, el término «autismo» empezó a tener otra concepción, diferenciándose la esquizofrenia. Este trastorno aparecía en la infancia, y se caracterizaba por presentar dificultades a nivel social, de comunicación, del lenguaje y en el comportamiento.

Esta concepción se aproxima más a lo que actualmente entendemos por autismo. Progresivamente lo que se entiende por autismo fue adaptando una forma más concreta y específica para ser una entidad diagnóstica bien definida y estudiada.

Las personas con autismo se caracterizaban por presentar déficits en las habilidades para comunicarse, la interacción social, la flexibilidad cognitiva y el lenguaje.

Sin embargo, John Langdon Down, descubridor del Síndrome de Down, acuñó el término «idiot savant» (idiota sabio) para hacer referencia a aquellas personas que presentaban déficits similares a los del autismo, pero con algunas habilidades que sobresalían por encima de lo normal.

Posteriormente el término «idiot savant» se sustituyó por «autistic savant» (autista sabio), ya que consideraba que era un término más adecuado para estas personas. Más adelante, a partir de los estudios de Hans Asperger sobre el autismo, se delimita un cuadro clínico diferente. Este cuadro presentaba las características del autismo y las habilidades sobresalientes que refería Down. Más adelante se conocería como el Síndrome de Asperger

¿Qué es el Síndrome de Asperger? 

El Síndrome de Asperger comparte muchas características con el autismo y por ello se encuentra clasificado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Se caracteriza por un déficit en la comunicación, en la interacción social y en la flexibilidad cognitiva para adaptarse a las demandas del ambiente. Sin embargo, a diferencia de los otros trastornos asociados al autismo, presentan un lenguaje fluido y un nivel intelectual normal o superior. 

 A nivel comunicacional las personas con Síndrome de Asperger tienen dificultades para establecer conversaciones sociales, ya que pueden emplear mucho tiempo hablando de temas particulares y de su interés. De igual manera, en cuanto a la comprensión verbal, se ha observado que siguen un significado literal de las palabras;  por ello presentan dificultades para comprender bromas, sarcasmos o metáforas. Las personas con Síndrome de Asperger también han sido llamados “pequeños profesores”, ya que su expresión verbal puede ser muy formal y con tecnicismos. 

Estilo de pensamiento y comportamiento

En cuanto al comportamiento de estas personas se puede observar mucha rigidez, ya que su manera de pensar es poco flexible y prestan mucha atención a los detalles y los patrones, por lo que son personas que siguen rutinas de manera estricta; de igual manera, la rigidez de su pensamiento se manifiesta en sus intereses, los cuales son muy específicos y abarcan mucho de su tiempo. 

 A pesar de los déficits mencionados anteriormente, las personas con Síndrome de Asperger han destacado por sus habilidades sobresalientes en diferentes áreas, ya sea a nivel matemático, musical, artístico, así como por su gran capacidad de memoria, por lo que también han sido llamados «enciclopedias vivientes».

Es por ello que las personas con Síndrome de Asperger han causado mucho interés en la comunidad científica. En ellos se refleja un enigma muy interesante sobre cómo el cerebro humano puede desarrollar habilidades tan extraordinarias al mismo tiempo de presentar ciertos déficits  tan contrapuestos. 

En especial destacan los déficits en las relaciones interpersonales y la comprensión social y de las emociones ajenas. Este aspecto les puede hacer más vulnerables a la larga, ya cuando son adultos, y les puede hacer difícil superar situaciones difíciles como una pérdida.

El Síndrome de Asperger en la actualidad 

 En 1994 el Síndrome de Asperger había sido incluido en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Sin embargo, en el 2013 se publica el DSM-5 y en esta edición del manual el Síndrome de Asperger y el resto de los trastornos asociados al autismo pasan a unificarse bajo una única entidad diagnóstica, el Trastorno del Espectro Autista (TEA). El TEA se encuadra dentro de los trastornos del neurodesarrollo.

Por ello, resulta especialmente importante realizar un adecuado diagnóstico diferencial con otros problemas del neurodesarrollo, como el trastorno por déficit de atención

Además, puede producir problemas de ansiedad social y depresión.

Se trata de un aspecto clave que te permitirá identificar cuanto antes los apoyos que tu hijo necesita para poder afrontar la situación viviendo el presente.

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Una última reflexión es sobre cómo les ha podido afectar especialmente a estos niños la pandemia por Covid-19 ya de por sí presentan problemas de socialización. A veces cuando los padres salían con ellos a pasear había gente que pensó que salían a pasear puesto que no sabían que eran niños con este problema.