Somatización: lo que tu cuerpo dice de tu mente
En este artículo vamos a hablar sobre lo que actualmente se conoce como la somatización o el Trastorno por Síntomas Somáticos.
Manifestación de los síntomas psicológicos en el cuerpo
Los planteamientos sobre la relación mente-cuerpo es una discusión que se ha llevado a cabo desde hace muchos años a través de diversas tradiciones filosóficas, ya que siempre ha sido un tema que ha llamado la atención del ser humano.
¿Cuerpo y mente están relacionados? ¿Nuestra mente influye en nuestro cuerpo o nuestro cuerpo influye sobre nuestra mente?
Preguntas similares se han planteado a lo largo de los años para conocer de qué manera se relaciona nuestra mente con nuestro cuerpo.
¿Qué es la somatización?
Cuando hacemos referencia a la somatización hablamos de aquel proceso psicopatológico en donde la persona manifiesta un conflicto psicológico a través de diferentes molestias físicas que aparecen de manera recurrente y que no poseen una justificación orgánica.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), lo que se conoce como somatización se recoge en el Trastorno por Síntomas Somáticos, buscando apartar aquella discusión clásica sobre la dualidad mente-cuerpo. Además, se establece que la persona debe presentar algún síntomas físico sin evidencia objetiva de la presencia del mismo y que produzca un malestar que interfiere en su vida.
También se pueden presentar un conjunto de pensamientos negativos y persistentes o un nivel elevado de ansiedad por la salud, estas características deben estar presentes por un período de más de seis meses para poder establecer el diagnóstico.
¿Es común somatizar?
Según diferentes estudios poblacionales, se estima que existe una tasa de prevalencia del 10,5% en adolescentes, y se ha observado que los síntomas somáticos son más frecuentes en mujeres que en hombres.
Sin embargo, en los hombres los síntomas somáticos que se presentan tienden a afectar en mayor medida la funcionalidad del día a día, a diferencia de las mujeres, en donde interfiere en menor medida su funcionalidad.
Dentro de los síntomas somáticos más comunes descritos en la literatura científica podemos mencionar los siguientes:
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- Dolores físicos.
- Cefaleas.
- Cansancio o fatiga.
- Náuseas.
- Tensión muscular.
- Inquietud.
De igual manera, se ha señalado que un porcentaje importante de los adolescentes, entre el 10% y el 50%, que presentan síntomas de somatización tienen una mayor probabilidad de presentar otras alteraciones a nivel psicológico o psiquiátrico.
Por ejemplo, se ha encontrado que en la anorexia nerviosa el alto nivel de ansiedad se experimenta de forma somática, es decir, con bastantes síntomas físicos de ansiedad.
Por ejemplo, la presencia de síntomas de ansiedad o depresión puede generar consecuencias negativas en ámbitos como el escolar o el interpersonal.
Y también puede generar problemas de ansiedad en la relación de pareja.
¿Por qué somatizamos?
Existen diferentes explicaciones para el fenómeno de la somatización. Dado que se ha observado una comorbilidad elevada entre síntomas somáticos, ansiedad y depresión, se han propuesto modelos que estudian características comunes.
Por ejemplo, el Modelo Transdiagnóstico para Trastornos Internalizantes, establece que existen las siguientes características que son comunes a dichos fenómenos:
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- Sensibilidad biológica al estrés (vulnerabilidad genética para presentar alteraciones del estado de ánimo).
- Anticipación al dolor y el estrés (menor tolerancia al estrés ambiental y mayor atención ante posibles amenazas).
- Pensamientos desadaptativos y resolución deficiente de problemas (interpretaciones negativas y actitud pasiva ente los problemas).
- Comportamiento evitativo ante los conflictos. Se llevan a cabo estrategias de afrontamiento poco adaptativas, evitando situaciones que puedan producir dolor o miedo. En ocasiones se puede experimentar ansiedad y fobia social.
- Además puede producir problemas para conciliar el sueño o insomnio.
[Un trastorno internalizante es aquel que produce síntomas que producen malestar a la persona que lo experimenta, como la ansiedad o la depresión, frente a los problemas externalizantes que son conductuales y se dirigen hacia el exterior].
Por otra parte es importante darnos cuenta de que al igual que otros síntomas psicológicos, los síntomas psicosomáticos se han visto incrementados estos últimos años desde que comenzó la pandemia por Covid-19.
Necesidad de cuidar la salud mental
En la actualidad se encuentra muy arraigado en nuestra cultura la «medicalización de la vida cotidiana», en donde se cree que cualquier fenómeno fisiológico debe estar explicado por una patología orgánica.
Además, se cree que las alteraciones fisiológicas deben ser abordadas exclusivamente desde un enfoque biomédico, apelando a la supuesta «mayor eficacia» y rapidez que se obtiene desde dicho enfoque. Por lo tanto, resulta necesario realizar una modificación en la manera de enfocar y tratar los síntomas que presentan los pacientes.
Esto es así debido a que a nivel social se encuentra muy arraigado el enfoque biomédico, el cual ha demostrado no ser tan eficaz en ciertas circunstancias y ha aumentado la frustración y el malestar en las personas.
Resulta necesario entonces integrar los síntomas somáticos que presenta el paciente, así como la posible patología orgánica asociada, con el contexto social y psicológico en donde se presenta y desarrolla dicha sintomatología.
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- Así se puede ofrecer una intervención personalizada y coherente con las características de la persona.
- A través de esta integración se busca ofrecer al paciente una perspectiva alternativa ante el origen de sus síntomas para que pueda aprender a relajarse.
- Estos pueden asociarse a fenómenos fisiológicos benignos o psicológicos, generando así una visión de sus síntomas como elementos que tienen explicación y solución.
- De esta forma, se reduce la frustración y el malestar subjetivo de la persona.
Desde el punto de vista pericial las somatizaciones son uno de los síntomas más frecuentes en situaciones de acoso laboral, violencia de género o acoso sexual. Cuando hay mobbing o acoso laboral puede conducir a una incapacidad permanente por mobbing. Por ello, determinar si sufres síntomas psicosomáticos por factores laborales puede ayudarte a ganar tu reclamación.
Si necesitas un informe psicológico pericial contáctanos.